domingo, 27 de mayo de 2007

EDUARDO RAMPI: UN HOMBRE, UN DESTINO...


Pudo elegir ser un elegante back central, un cerebral número 5, un vistoso armador. Pero decidió ser arquero, también llamado portero, guardameta, golero, cancerbero o guardavallas, pero bién podría ser llamado mártir, paganini, penitente o payaso de las bofetadas. Dicen que donde él pisa, nunca mas crece el césped...
Es uno solo. Está condenado a mirar el partido de lejos. Sin moverse de la meta aguarda a solas, entre los tres palos, su fusilamiento. Antes vestía de negro, como el árbitro. Ahora el árbitro ya no está disfrazado de cuervo y el arquero consuela su soledad con fantasías de colores.
Él no hace goles. Está allí para impedir que se hagan. El gol, fiesta del fútbol: el goleador hace alegrías y el guardameta, el aguafiestas, las deshace.
Lleva a la espalda el número uno. ¿Primero en cobrar? Primero en pagar. El portero siempre tiene la culpa. Y si no la tiene, paga lo mismo. Cuando un jugador cualquiera comete un penal, el castigado es él: allí lo dejan, abandonado ante su verdugo, en la inmensidad de la valla vacía. Y cuando el equipo tiene una mala tarde, es él quién paga el pato, bajo una lluvia de pelotazos, expiando los pecados ajenos.
Los demás jugadores pueden equivocarse feo una vez o muchas veces, pero se redimen mediante una finta espectacular, un pase magistral, un disparo certero: él no. La multitud no perdona al arquero. ¿Salió en falso? ¿Hizo el sapo? ¿Se le resbaló la pelota? ¿Fueron de seda los dedos de acero? Con una sola pifia, el guardameta arruina un partido o pierde un campeonato, y entonces el público olvida súbitamente todas sus hazañas y lo condena a la desgracia eterna.
Hasta el fin de sus días lo perseguirá la maldición...
(cuento del escritor uruguayo Eduardo Galeano)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Guzmán, Bobadilla, Rampi....
Hasta cuándo???? Entiendo que si nos hacen 4 deberíamos hacer 5. Pero si hicimos 1 que no nos hagan ninguno. Entrenen, viejo¡¡¡ Por ahora la bancamos. Pero....

La hinchada.