Este verdadero mártir argentino, debió soportar durante años, el acoso, la burla y la incomprensión de su esposa, su suegra y sus dos hijas quienes lo hostigaron hasta el hartazgo, mientras él continuaba manteniéndolas día a día con su noble profesión de dentista. Profesión que dignificó al no conocérsele hasta la fecha, ninguna denuncia por mala praxis.
Teniendo en cuenta el escaso apoyo popular del actual presidente, Néstor Guerra, están avanzadas las negociaciones para que sea reemplazado por "Conchita"(¡perdón don Ricardo, juro que se me escapó!) quién seguramente tendrá la receta adecuada para poner en caja a algunos jugadores indisciplinados del plantel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario